Se llama Mercè y lleva el acento al revés.

Este fin de semana, hemos tenido la suerte de conocer a Mercè, que nos ha enseñado a manejar tejidos de sedas. Hemos conseguido texturas y brillos que se pueden considerar mágicos. Las técnicas usadas, se pueden aprender con un buen manual, pero Mercè nos transmitió algo más, que solo su presencia lo hace posible, es el “ Espíritu “ de Desedamas, la idea de jugar con los colores, las texturas y la imaginación; aquí en Asturias se podría asociar a lo mágico, de los Duendes, vivaces, imaginativos, risueños, simpáticos y laboriosos. Ha sido una experiencia inolvidable y a su vez hemos estrechado vínculos con esta excelente creadora, que ya es nuestra Socia nº 300, lo cual nos llena de orgullo.